martes, 18 de agosto de 2015

¿Cuál es la edad de la Tierra?


La última década se ha caracterizado por un intenso debate ya antiguo: creacionismo versus teoría de la evolución. Aunque el creacionismo para algunos se ha visto reemplazado por el llamado Diseño Inteligente, la cuestión de los orígenes sigue latente, y donde el tema de la edad de la tierra es un punto de discordia no solamente en los distintos foros y redes sociales, sino dentro del mismo creacionismo.

Para nosotros los cristianos el tema de la edad de la tierra tiene muchos puntos de vista. Contrariamente a lo que comúnmente se cree, alguien puede aceptar la edad  geológica estándar de nuestro planeta (4.500 millones de años apróx.) o tener una visión más literal de la Biblia aceptando unos 6.000 años.

Antes de continuar es necesario advertir que este tema no afecta doctrinalmente ninguna de las creencias fundamentales de nuestra fe [1], sino más bien es un tema en el cual pueden debatirse las distintas posiciones.

La Edad de la Tierra y la Biblia
James Ussher, arzobispo de Irlanda del Norte, entre 1650 y 1658, escribió una cronología bíblica en donde postulaba que la tierra había sido creada el 4.004 a.C. Esta cronología se popularizó y fue insertada en muchas versiones inglesas de la Biblia.

Por ende, la idea de una tierra de al menos 6.000 años se ha mantenido hasta nuestros días. Lamentablemente estudios actuales sobre genealogías bíblicas no da cabida para aceptar la idea de una tierra joven tan literal como la propuesta por Ussher.

Las genealogías bíblicas como cronologías
La razón principal es que las genealogías bíblicas no tienen por propósito ser fuente de datos cronológicos [2]. Esto se sustenta en el hecho de que, primero,  las genealogías bíblicas omiten nombres y generaciones, sólo recalcando a los personajes más destacados y, segundo, los autores bíblicos a veces redondeaban el número de las genealogías (Véase Mateo 1, Génesis 5, 1 Crónicas 3). Más bien el propósito de las genealogías bíblicas es mostrar el derecho de propiedad (Núm. 27:1-11), marcar el derecho a un cargo (como a Jesús su derecho al trono de David en Mateo 1:1-17; Lucas 3:23-28), marcar la pertenecía al pueblo judío y/o al sacerdocio (Esd. 2:59, 62), o mostrar los orígenes y distribución de los pueblos  (Gén. 10, 1Cro. 1-9). [3].

Teniendo entonces lo anterior en consideración, las genealogías no nos darían una fecha exacta para la edad de la tierra o fecha para la creación, sino más bien una aproximación. Es por ello que algunos creacionistas postulan que la edad de la tierra puede ser entre 6.000 o 10.000 años.

Problemas de una tierra joven
Sin embargo, que la tierra tenga 10.000 años tiene serios problemas a la hora de enfrentar las evidencias. En primer lugar, la Historia nos dice que alrededor del año 10.000 comienza la revolución neolítica, y la Arqueología nos evidencia actividad humana incluso mucho más antigua. La paleontología y geología hablan de millones de años, ya sea de seres vivos o de actividad geológica. Por lo tanto, aceptar 6.000 o incluso 10.000 años tiene serios problemas para armonizar los eventos que van desde Génesis 1 al 11.

¿Qué solución queda entonces? Tal vez el problema este en cómo se interpreta Génesis 1:1. Hay varias formas entender ese texto. Una de ellas postula que la tierra fue creada mucho antes que la vida en ella [4]. Eso explicaría la edad geológica de nuestro planeta. Por tanto, lo que sigue al versículo 1, sería cuando Dios crea la vida en la tierra, y que la vida en este caso, sería la que tendría un origen más reciente. Esta perspectiva mantiene que la creación de la vida sobre la tierra fue en 7 días literales. Sin embargo la fecha para la creación sigue siendo nebulosa.

Conclusiones
Sin duda el tema de los orígenes daría para libros y libros. Aquí sólo expusimos brevemente un tema que no está cerrado. Tener en cuenta los problemas históricos y científicos de una tierra de 6.000 años es necesario en el dialogo con los no creyentes. Ello nos podría ahorrar un sin fin de burlas, además del desprestigio de la fe. Es por ello que tener información correcta y actuaizada es fundamental al abordar estos temas.


REFERENCIAS[1] En el Congreso Mundial de la Asociación General de la IASD, en Julio de 2015, se hicieron algunas modificaciones a las creencia N° 6 "La Creación". Los elementos de cambio dicen relación con una tierra joven, aunque no se menciona explícitamente la edad de la tierra.

[2] Mora, Carlos (S/F) La Edad de la Tierra a la luz de las evidencias en las Escrituras, la arqueología, la historia y los escritos de Elena White. (S/N) Revista Advenimiento.

[3] Mora, Carlos (2007) La Edad de la Tierra a la luz de las evidencias: un estudio en las Escrituras, la arqueología, la historia y los escritos de Elena G. de White. VII Simposio Bíblico-Teológico, Facultad de Teología, Universidad Adventista de Chile, Chillán.

[4] Gibson, James (2013) ¿Es posible inferir millones de años para la vida en la Tierra a partir de la lectura de las Escrituras? Ciencias de los Orígenes (Nº 85) 15-16

martes, 11 de agosto de 2015

¿Qué es el dispensacionalismo?


Seguramente en algún momento habrás charlado con alguna persona evangélica respecto a profecías y los eventos finales del mundo. Y es probable que alguna vez también hayas escuchado sobre cosas, como que Israel (étnico, político y religioso) sigue siendo el pueblo elegido de Dios, que la humanidad ha tenido 7 etapas, que Jesús vendrá después del rapto secreto, que Jesús reinará 1000 años aquí en la tierra, etc. Si has escuchado o leído respecto a todo lo anterior, lo que tenías frente a ti era el dispensacionalismo.

El dispensacionalismo es una escuela de interpretación escatológica (eventos finales) y también un método de interpretación bíblica. Fue desarrollado en Inglaterra a fines del siglo XIX por John Nelson Darby (1800-1882), popularizado en EE.UU y otras partes del mundo gracias a la Biblia de Scofield, publicada por primera vez en 1909, y también gracias a varias facultades de teología norteamericanas.[1]

Este método encuentra en la Biblia 7 dispensaciones o “economías”  con las cuales Dios ha dirigido al mundo. Cada una de ellas revela los propósitos de Dios. Estas dispensaciones serían: inocencia (Adán y Eva), Conciencia (desde la caída hasta el diluvio), el Gobierno del hombre (desde el diluvio hasta el llamamiento de Abraham), Promesa (de Abraham hasta Moisés), Ley (desde Moisés hasta Jesús), Gracia (desde Jesús hasta su regreso) y la séptima, Milenio, estaría por llegar, donde Jesús reinará por 1000 años en la tierra.[2]

Este sistema de interpretación profético está extendido ampliamente en el mundo evangélico, especialmente entre las denominaciones de corte pentecostal. No obstante, como reconoce el Historiador y Teólogo protestante, Justo Gonzales, la mayoría de los eruditos de la Biblia cree que este sistema es “erróneo y mal informado”. [3]

Implicancias del dispensacionalismo.

A pesar de que hay variantes de este método de interpretar la Biblia, muchos dispensacionalistas consideran que el Pueblo de Israel, o el actual Estado de Israel es el “reloj de Dios”. Esto significa que cuando el Estado de Israel sea restaurado a sus fronteras geográficas bíblicas, Jesús vendrá. Por ello existe un apoyo incondicional al actual Estado de Israel de muchos grupos cristianos frente al conflicto con Palestina. Incluso si Israel viola los Derechos Humanos de Palestina está justificado.

Otro elemento controvertido en la interpretación dispensacionalista es la idea del rapto secreto. Esto significa que Jesús “raptará” a la iglesia antes o durante “la gran tribulación”, para después volver a la tierra. Sin duda esta es la idea por la que es más conocido el dispensacionalismo.

Como nota final de esta breve mención del dispensacionalismo, hay que decir que como forma de entender los eventos finales (escatología) es una interpretación muy reciente en el plano teológico, con alrededor de algo más de un siglo de existencia. Es por ello que para la mayoría de los estudiosos de la Biblia, el dispensacionalismo no es más que una interpretación entre 20 siglos de teología cristiana.

En futuros post estaremos refutando las afirmaciones más chocantes del este método de interpretación.



REFERENCIAS.
[1] Erickson, Millard. Teología Sistemática. EE.UU. CLIE, 2008.

[2] Ibíd.

[3]  Gonzáles, Justo. Diccionario Teológico. Barcelona, España. CLIE, 2008.